Cantos de entrada

“Cuando el pueblo se ha reunido, mientras entra el sacerdote con el diácono y los ministros, se entona el canto de entrada. Su finalidad es abrir la celebración, fomentar la unión de los que se han congregado, introducir sus pensamientos en el misterio del tiempo litúrgico o de la festividad, y acompañar la procesión del sacerdote y los ministros.”

“Se puede ejecutar el canto de entrada en alternancia o integralmente según convenga. Se pueden utilizar las siguientes opciones:

  1. El antífona del Misal con su salmo, que se encuentra en el Gradual Romano.
  2. El antífona del Gradual Simple para el tiempo litúrgico, o la antífona y salmo responsorial de otro libro de cantos aprobado.
  3. Un canto apto aprobado por la conferencia episcopal, que corresponda al carácter de la celebración, el día o el tiempo litúrgico.
  4. Un canto tradicional aprobado, adaptado al lugar o a la comunidad que celebra.”

Propósito Litúrgico del Canto de Entrada

Este canto no es simplemente una introducción musical; tiene un rol litúrgico profundo:

  • Fomentar la unidad: Une a la asamblea y prepara a todos para entrar en el misterio de la celebración eucarística.
  • Introducir en el tiempo litúrgico: Conduce a la asamblea a reflexionar sobre el misterio del día o del tiempo litúrgico.
  • Acompañar la procesión: Apoya visual y auditivamente la entrada de los ministros, dándole solemnidad al momento.
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